“Un viaje es más que descanso o un simple recorrido por tierras extrañas; es una experiencia que en sí constituye una eficaz terapia para ayudar a poner en su lugar la vida de cada quién”
Que bien lo explicó Mark Twain en su libro “Las aventuras de Tom Sawyer”. La satisfacción de viajar hace que siempre te lleves algo nuevo a casa: una emoción, un recuerdo, una foto, una experiencia, una amistad, un momento…
Hoy en día, toda esa constelación globalizada laboral y económica en la que estamos inmersos hace que aparezcan síntomas en nosotros como enfermedad, estrés o depresión. Una de las mejores formas de combatir contra esas sensaciones es…viajando…
No solamente porque nos pueda gustar conocer sitios nuevos, sino por el hecho de desconectar de ese mundo es algo que el cuerpo humano y nuestra mente necesita cada cierto tiempo.
Lógicamente cada persona es diferente y hay millones de formas para poder llegar a ese estado de descanso. Cada persona intenta recomponerse a su modo y es por eso por lo que nos encontramos tantas opciones para poder hacer un viaje a nuestro gusto.
Mi consejo: disfruta simplemente del momento y haz de ese viaje algo que consiga renovarte. Recopila recuerdos, conoce gente nueva, descubre lugares mágicos y sacia tu curiosidad porque al fin y al cabo, es lo que queda al final de nuestra travesía, nosotros mismos.