Todo en esta vida tiene un principio, una continuación, y un final.
El 13 de junio del 2016 cogí un avión que me llevaría a la siguiente parada: Alemania.
Todo el mundo me dice cosas cómo:
«Elena, ¡qué valiente!»
«Elena, yo no hubiera podido».
«Elena…vaya idioma has escogido».
Pero…¿Sabéis qué?
No me arrepiento ni un solo segundo.
Lógicamente es complicado dejar tu país, empezar de cero en otro nuevo: una nueva lengua, nuevos estudios, nueva cultura, nuevas costumbres, nuevo trabajo, nueva gente…¡todo nuevo!
Lo más difícil de todo para mí fue, y sigue siendo, el tener que haber dejado a mi familia y mis amigos.
Pero al fin y al cabo, toda acción tiene sus consecuencias. Y toda consecuencia tiene sus pros y sus contras. En el momento de la decisión final, cuando pasé las pruebas de selección y finalmente me dijeron que estaba dentro del programa lo primero que pensé fue: «esto no puede ser cierto», «dónde me he metido», «a donde me va a llevar esto», «qué seguridad me aporta» y un largo etcétera que siempre hacen que en muchas ocasiones te des la media vuelta y vuelvas por donde has venido.
Pero esta vez no fue así. Esta vez me agarré a mí misma de los hombros y me puse a pensar. Finalmente, y como siempre hago, fui a pedirle consejo a la persona más sabia que conozco: mi padre. Y la pregunta que me hizo fue:
«Elena, qué es lo que le falta a todos los jóvenes hoy en día en España».
La respuesta era clara: TRABAJO.
Era una opción arriesgada, pero al menos me daba algo que hoy en día por desgracia en mi país escasea: trabajo.
Asi que hice el curso, hice las maletas, hice la reserva de avión y volé…
Hamburgo me esperaba a mí y a otros compañeros que compartieron esta aventura conmigo. El cómo continua esta historia, nuestra experiencia y nuestra vida actual…os lo contaré a lo largo de estas páginas y durante los episodios de crónicas hamburguesas, que irán saliendo cada semana.
POR QUÉ me vine a ALEMANIA – mi HISTORIA ?
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